Se recurre al Estado Pueblo para elegir al Estado Gobierno, pero una vez instaurado el Estado Gobierno, éste despoja de sus derechos y autoridad al Estado Pueblo. Nunca podré entender ni ser cómplice de esta parodia de los que fungen ser una democracia.
Ciertamente no se es demócrata por pregonar a los cuatro vientos diciendo que se es democracia. Sólo se es demócrata cuando permanentemente se respeta los derechos, la autoridad y la soberanía del Estado Pueblo.
Los ciudadanos hemos comprendido que para adquirir un orden y una seguridad social, debemos imponer y preservar el sistema democrático, tanto en el ámbito del Gobierno Central, como de los Gobiernos Municipales descentralizados, así como de las instituciones tutelares de la vida civil.
El Estado Pueblo, elige al Partido o al líder político en elecciones que garanticen la libertad y la autenticidad de la voluntad democrática de la ciudadanía.
Las elecciones presidenciales no constituyen un plebiscito en el que el ciudadano renuncia o enajena sus derechos universales, a favor de l Estado Gobierno, concediéndole la hegemonía absoluta sobre la vida privada de los ciudadanos.
Por el contrario, la democracia es el sistema político mediante el cual, el pueblo soberano, la ciudadanía, elige y encarga a un servidor público que presidirá el Estado Gobierno, para que administre en concertación con la voluntad del pueblos las decisiones más convenientes para el bienestar de las mayorías sin menospreciar ni privar al pueblo de sus prerrogativas, por y para el bienestar de todo el pueblo, sin distingo de razas, de condiciones sociales, ni ideológicas.
El sistema democrático y el Estado Gobierno elegido, deberá buscar siempre el beneficio de las grandes mayorías, sin detrimento del derecho de las minorías. La democracia sólo será perfecta, cuando el pueblo se libere de la dependencia y manipulación económica de los Estados Gobiernos, y garantizará siempre el derecho del pueblo para supervisar y fiscalizar a los gobiernos de turno.
No es posible entender por qué lo que un Estado Gobierno capitaliza con el esfuerzo y el sacrificio del Estado Pueblo, otro Estado Gobierno que le sucede, con el argumento de la Privatización, pretende despojar al Estado Pueblo del patrimonio adquirido para transferir bajo cualquier pretexto a transnacionales o empresarios privados lo que por derecho le corresponde al pueblo.
Si el Estado Gobierno no puede o no quiere administrar la empresa pública, antes de disponer del bien público, debe consultar a la ciudadanía, que es al fin y al cabo, quien con sus contribuciones tributarias y sus aportes como usuarios han constituido el capital de la empresa estatal y por lo tanto son los ciudadanos accionistas del patrimonio nacional.
Nación es el conjunto de habitantes de un país regidos por el mismo gobierno. Nacionalización es la acción y el efecto de nacionalizar y esto implica hacer que pasen a manos de los nacionales los bienes, deuda externa o propiedades del Estado o de empresas particulares que se hallaban en poder de extranjeros.
Los usuarios nacionales de cualquier empresa de servicios públicos, sean estas de electricidad, de agua potable, de telefonía y otros, tienen el derecho prioritario de nacionalizar las empresas Estatales bajo la modalidad de una legislación de sociedades de accionariado difundido, en el que todo usuario que adquiera acciones, pase a ser accionista de las empresas públicas, sin que el país enajene el patrimonio nacional.
Estoy convencido de que con casi treinta millones de habitantes, dando oportunidad al usuario que desee acciones, es factible cubrir el costo de las inversiones nacionales, sin que esto excluya la participación de capital y tecnología extranjera y sin que la nacionalidad se someta a la explotación ni sea privada de sus derechos de nacionalización.
Una verdadera democracia debería buscar el beneficio del pueblo y no como sucedió hasta el presente, que los Estados Gobiernos son cómplices de la usura con que se extorsiona al pueblo con los servicios de electricidad, de agua potable, seguro social, de telefonía y otros.
En una verdadera democracia los usuarios deberían tener derecho de ser accionistas de todas las empresas que se financian con el dinero de sus consumidores. Si el usuario percibiera un porcentaje de beneficios de la empresa que se lucra con el aporte de su capital, se resolvería la pobreza del pueblo que es empobrecido cada vez más por los Gobiernos depredadores que sólo han visto en ellos la gallinita de los huevos de oro.
Nacionalizar es entonces lo mismo que privatizar, sólo que en vez de regalar a extranjeros el esfuerzo de la capitalización nacional, se transfiera este capital en la capitalización del pueblo de usuarios que también pueden ejercer el derecho del empresariado difundido.
Los demócratas tienen la oportunidad de demostrar que por fin han aprendido a ser una democracia o seguir con la parodia de siempre.
Shikry Gama (2002)
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1 Comments:
At 07:55, Anónimo said…
En principio estamos de acuerdo... Sigamos insistiendo...aunque sean pocos los que nos puedan leer...
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